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Monday, May 23, 2011

Robert Alonso: Álvarez Guedes y los venezolanos

Según Guillermo Álvarez Guedes, había una abuelita venezolana viviendo en Miami, quien tenía a su cargo a su nieta de unos 13 años, muy avanzadita, la niña y… como suele estar la juventud por esta época y a esa edad: con las hormonas alborotadas.   La nieta había sido mandada por sus padres desde Venezuela, para que no viviera en aquel ambiente “revolucionario”, lleno de malandros. 

Un buen día, la abuelita notó que su nietecita querida, tenía como una “jinchazón” en el vientre y decidió llevarla a un médico americano, muy bueno, que le recomendaron en Doral.

Luego de examinarla, el médico le aseguró a la abuela que su nieta tenía tres cuatro meses de embarazo.  

¡No puede ser! – gritó la abuela indignada – si mi nieta es un angelito.  Nada más hay que verle la cara de querubín que tiene.  Lo de ella es un gas, mi querido doctor”.

Con la misma, agarró sus macundales, a la nieta y se largó del consultorio del médico gringo, tremendamente indignada.

Como ya era hora de almorzar, decidió comerse un pabellón criollo en El Arepazo II, en donde se encontró con unas amigas que le recomendaron a un magnífico médico venezolano, quien había abierto su consultorio, precisamente, al doblar de la esquina.

Luego de examinar a su nieta, el médico venezolano repitió el diagnóstico del médico gringo, en cuanto a que la nietecita tenía cuatro meses de embarazo.  El mismo estallido de rabia e impotencia, por parte de la abuelita de aquel “angelito”, se repitió en el consultorio del paisano.

En lo que estaban a punto de dejar el consultorio, la secretaria – cubana, recién llegada – del médico venezolano se le adelantó y le recomendó, de una manera muy conspirativa, que llevara a su nieta al consultorio de un médico cubano, quien hacía poco se había escapado del plan “Barrio Adentro” en Venezuela y tenía un post-grado en embarazos.   Con la misma, metió la mano en su sosten y sacó de él una tarjetica chimba, con el nombre, dirección y teléfono del “médico” graduado en Guanabacoa.

La abuela, por no dejar, se dirigió inmediatamente al consultorio del “médico” cubano y le advirtió: 

Mire, doctor, ya estoy cansada de tanta desidia e ignorancia por parte de los médicos a los cuales he llevado a mi nietecita, a este angelito que usted ve aquí.  Todos persisten en diagnosticarle un embarazo de cuatro meses, cuando lo que mi nieta tiene son gases estomacales”.

El “médico” cubano, ni pendejo que fuera, luego de revisar a la niña, se dirigió a la abuela en los siguientes términos: “usted tiene toda la razón, abuela.  Su nietecita lo que tiene son gases… gases inmensos.  Ahora bien: ¡le recomiendo que vaya comprando un coche, para que saque a pasear el peo que se va a tirar dentro de cinco meses…!

El grueso de los venezolanos está como la abuelita del cuento.  Cree que Chávez es demócrata y que sus líderes de la MUD están ahí para defender y representar al pueblo opositor.   Es cierto, la MUD es una maravilla y Chávez será depuesto tras las elecciones del año que viene, pero váyanse comprando la caja de Caballito Freano que tendrán que tomarse después del HIPER-MEGA-FRAUDE, para agarrar fuerza para las próximas “elecciones”, en el 2018.

Tuesday, May 17, 2011

Pedro Lastra: TODOS SOMOS DE LA CUARTA

TODOS SOMOS DE LA CUARTA

Como le decía el noble y generoso Don Quijote a su leal escudero,
apesadumbrado por las inconsecuencias del mundo, “cosas veredes,
Sancho”.


Pedro Lastra

       En el colmo de la miopía, por no hablar de hipocresía, pululan por
los mentideros políticos nacionales prominentes cuadros de la Cuarta
difamando, precisamente,  a la Cuarta que los parió.  O utilizándola
como arma arrojadiza para espantar incautos, tan ciegos e hipócritas
como ellos mismos. Para esos hijos pródigos de la Cuarta, no hay peor
madre que la que los parió. Y los amamantó hasta ponerlos rollizos y
rozagantes.

       Hugo Chávez, hijo de una familia de notables copeyanos de postín que
en un sesgo premonitorio le adosaron al Hugo de su padre el Rafael del
Dr. Caldera, como adivinando que el impoluto y divinizado prócer
socialcristiano y fundador de la Cuarta le lanzaría el cabo con el que
lo salvaría del naufragio, ha hecho de la abominación de la Cuarta de
sus padres esencia y consigna de su carrera política. Olvidando, de
paso, que en la cúspide de esa Cuarta República fue recibido con los
brazos abiertos por una Academia Militar, corazón de la Cuarta,
encumbrado a la coronelía por excelsos oficiales de la Cuarta y
salvado de pudrirse en las mazmorras por causa de su infame felonía
por más de un general de la Cuarta. De todos los actuales candidatos,
Chávez es quien más le debe a la Cuarta. Sus bravatas contra la Cuarta
son biliosas gotas de veneno puro. Lo escupe al cielo.

       Todo su cogollo es cuartorepublicano. De lo que no se salvan ni los
tirapiedras de la Cuarta, como Elías Jaua o Izarrita. No se diga de
José Vicente Rangel, veterano de la Tercera y de la Cuarta, como su
compadre Luis Miquilena. ¿Dónde nacieron y quiénes parieron a Müller
Rojas, a García Ponce, a Soto Rojas, a Darío Vivas, a Diosdado Cabello
y a toda la parentela? Generales, diputados, guerrilleros, tenientes,
capitanes, periodistas, tinterillos y tinterillas del más diverso
jaez, todos de proveniencia cuartorepublicano. Sin la cuarta no
hubieran aprendido a leer, no hubieran llegado a los cuarteles o a las
universidades, ni hubieran comido del festín de asesorías y altos
cargos en la administración pública. Que los hay por carajazos.

       Si eso es así de los que la difaman, tampoco deja de serlo entre los
que quisieran borrarla de su curriculum para disfrazarse de recién
nacidos. Capriles encabezó la plancha de COPEI por el Zulia, lo que le
permitió como en un maravilloso gesto de prestidigitación ingresar al
parlamento por la puerta ancha. Tan ancha, que sería presidente de la
cámara baja de la Cuarta. Por Copei, de la Cuarta. Leopoldo comenzó su
excelente carrera de servidor público como funcionario de PDVSA. La
propia, la que viste y calza, pero la de verdad, la de la Cuarta. Y
así, con todos los precandidatos, si bien entre ellos hay los que
exhiben esa pertenencia antes como un honor que como una deshonra.
Álvarez Paz, varias veces diputado y varias veces gobernador por el
Zulia. Diego Arria, prominente independiente ligado a AD desde el
primer gobierno de Carlos Andrés Pérez. Ledezma, diputado, alcalde y
gobernador en tiempos en que con AD se vivía mejor. De Rosales y Pablo
Pérez, de César Pérez Vivas, de Salas Römer y Salas Feo, no se diga.
Puro cuarto republicanismo.

       Mi querido y admirado amigo Eduardo Semtei sale a romper lanzas por
uno de esos notables y meritorios candidatos defendiéndolo de “la
vieja guardia”, que lo ataca. Nadie mejor que él, prominente de la
Cuarta, de la Quinta y ojalá de la Sexta, para saber que en la
política no se combate con gladiolos. Ni de considerar difamatorio
pertenecer a “la vieja guardia”, de los que él fuera notable
militante. ¿O es que nació a la política cuando Capriles lanzó su
candidatura?

       Como decía el noble y generoso Don Quijote a su leal escudero,
apesadumbrado por las inconsecuencias del mundo, “cosas veredes,
Sancho”.

Monday, May 16, 2011

La camarilla militar y el "enemigo interno" - Enrique Ochoa Antich


La camarilla militar y el "enemigo interno"

Enrique Ochoa Antich.


No lograrán todos los Mata Figueroa ni todos los Rangel Silva, aun con el inmenso desprecio que nos merecen, aun con la náusea que nos produce su grotesco servilismo con el tiranuelo, aun con el enojo que nos causan sus insolencias (la más reciente, ésta alucinante del "enemigo interno" que han inventado), que los metamos a ellos en el mismo saco con la clamorosa mayoría de nuestra Fuerza Armada. No.

Ni Mata ni Rangel, los generales del deshonor y la vergüenza, ni los otros poquísimos oficiales que por comodidad crematística imitan a sus amos de turno, representan a la mayoría de oficiales honestos, dignos y patriotas que componen nuestra Fuerza Armada. Los Mata y los Rangel no son sino una "camarilla militar" por la que sentimos la más intensa pena ajena. La Venezuela democrática, la que se expresa en la MUD y más allá, debe acostumbrarse a esta distinción: la camarilla militar chavista, por una parte, y la Fuerza Armada, por la otra.

Esta distinción ha de ser crucial a la hora de acometer el complejo proyecto de refundación democrática, reimpulso de nuestras fuerzas productivas y reconstrucción del país que tendrá lugar a partir de febrero de 2013. Ni siquiera la jerarquía militar, la más alta oficialidad de la Fuerza Armada, de la que, atendiendo a sus méritos y antigüedad, habrá de salir el nuevo ministro de la Defensa y en general el nuevo Estado Mayor, queda subsumida en el concepto de "camarilla militar chavista".

Reinstitucionalizar nuestra Fuerza Armada, iniciar el proceso de su desideologización y despartidización para hacer de ella una institución al servicio de toda la sociedad y no de parcialidad ni de
persona alguna (cumpliendo al pie de la letra así el texto constitucional), requiere que las fuerzas democráticas, que la Venezuela democrática toda, dejen siempre en claro que respetarán qué digo a la institución militar misma, a los preciados valores militares del mérito, antigüedad y jerarquía.

Así que cuando la "camarilla militar chavista" escribe un pasquín y, a la usanza del los dictadorzuelos del cono sur de los años 60, proclama que, en su vetusta dizque doctrina, existe un enemigo interno, y pretende hacernos creer que ese enemigo sería ¡el 52% que votó en contra del proyecto totalitario chavista en septiembre pasado!, lo único que hace es dejarse traicionar por su subconciente proyectando en otros su propia condición, según descubriera Freud hace más de un siglo que suele hacer la psique humana. En efecto, quien así se declara enemigo interno es ella misma, la camarilla militar chavista y en realidad ese delirio afortunadamente inconcluso y fallido que anida en la mente del tiranuelo de imponerle a los venezolanos un "totalitarismo del siglo XXI" que, restringiendo las libertades y estatizándolo todo, impediría el desarrollo del país hacia estadios superiores de democracia y progreso con justicia social. Allí está, en efecto, el único enemigo del porvenir democrático, libertario y justiciero de Venezuela.




Wednesday, May 11, 2011

Videos muy importantes que todos los venezolanos deben ver

Estos 3 Videos que editto el periodista y escritor Robert Alonso, exliado del regimen Castro-Chavista en Miami,  son muy representaivos del proceso de Conchupancia que existe actualmente en la "politica" venezolana.

Con esta oposicion es imposible sacar al Satrapa de Sabaneta por al via Electoral. Por favor difundanlos!!









Tuesday, May 3, 2011

Según Gallup Venezuela está en el foso: el chavismo miente

Ver link:

http://www.prosperity.com/

Uno de los tantos ministros de Chávez llamado Ricardo Menéndez repitió en la televisión chavista algo dicho por la Agencia Venezolana de Noticias sobre Venezuela. Dijo que, según una encuesta hecha por Gallup, nuestro país supera a USA y a todos los
países de la región en bienestar. Esto me llamó la atención porque no
concuerda con los datos internacionales que conozco. Será posible? Me
pregunté. Voy a verificar esto.

De manera que me fui a la fuente. Lo que ha producido Gallup es el
Índice de Prosperidad LEGATUM, en su versión para el año 2010. Quien
deseé verlo solo tiene que ir al link:

http://www.prosperity.com/rankings.aspx  Se lo recomiendo ampliamente
a los lectores, ya que el chavismo asume, al decir sus mentiras, que
los venezolanos no van a verificarlas. Cada vez que lo hecho he
encontrado que la verdad no tiene nada que ver con lo que ellos
alegan. El chavismo fracasa y miente.

El índice abarca a 110 países del planeta y evalúa la prosperidad de
cada país en base a ocho sectores principales
: Economía, Oportunidades
para la Población, Gobernabilidad, Educación, Salud, Seguridad,
Libertad Personal y Capital Social. Cada sector recibe una puntuación
y luego las ocho puntuaciones se combinan en una puntuación global que
le da a cada país su puesto en la lista.

Entre los primeros 20 países del ïndice no hay ninguno
latinoamericano. El de mejor posición es Uruguay, número 28 en el
grupo de 110 países. Los diez primeros en prosperidad son Noruega,
Dinamarca, Finlandia, Australia, Nueva Zelanda, Suecia, Canada, Suiza,
Holanda y Estados Unidos.

Venezuela figura en la posición 75 de los 110 países, bastante más
cerca del último puesto, ocupado por Zimbabue, que del líder, Noruega.
Es muy importante ver nuestro ranking en cada sector arriba
mencionado:

Economía , tenemos el puesto 56 de 110
Oportunidades para el pueblo, puesto 65 de 110

Gobernabilidad, puesto 96 de 110

Educación, puesto 54 de 110

Salud, puesto 78 de 110

Seguridad, puesto 95 de 110

Libertad Personal, puesto 80 de 110

Capital Social, puesto 46 de 110.
Es decir, tenemos una posición mediocre a pésima entre los 110 países.
Somos pésimos en gobernabilidad (Chávez es un inepto), en libertad
personal (estamos en dictadura), en seguridad (Venezuela es Ciudad
Gótica), y en salud (epidemias frecuentes y carencia de razonable
atención hospitalaria). Somos mediocres en Economía y Educación.
Tenemos una buena posición en Capital Social (gracias, en buena parte,
a los escuálidos, Darío Vivas favor abstenerse).

Pero hay más en el Indice y es muy malo también, ya que incluye la
posición de Venezuela en otros índices internacionales. Veamos:

Indice de Competitividad Global, ocupamos el puesto 122 de 139 países,
cerca del mismísimo foso

Libertad económica, puesto 174 de 179 países, practicamente en el foso

Indice de Corrupción, puesto 162 de 180 países, cerca del foso.

Según el Indice de Gallup que estamos comentando, solo el 17 por
ciento de los venezolanos confía en su vecino y solo el 23 por ciento
se siente seguro viviendo en Venezuela.

Hay un Indice llamado de Satisfacción en el cual los venezolanos
ocupamos el puesto 12 de 110 países y creo que este es el índice del
cual se agarran los chavistas como una tabla de salvación. Este índice
representa una visión subjetiva de los venezolanos y significa que, a
pesar de la lluvia de infortunios que cae sobre nosotros, un 64 por
ciento de los encuestados piensa que su nivel de bienestar personal es
bueno. Es decir, nos sentimos bien a título personal, lo cual no
quiere decir que pensemos que el país está muy bien. Pero este índice
tampoco concuerda con el sexto puesto que menciona el ministro
chavista , quien además asegura que, según Gallup, a los venezolanos
"nos gusta mucho el socialismo". Esto es algo que Gallup nunca ha
dicho.

La gente del chavismo miente descaradamente, de manera patológica.
Mintió sobre las cifras de alfabetización poniendo en boca de la
UNESCO lo que este organismo no dijo nunca, mintió sobre las cifras de
alimentación citando fraudulentamente a las FAO, miente sobre las
cifras de pobreza y sobre las cifras de desempleo, gracias a la
imaginación de Elías Eljuri y, ahora, miente sobre un Indice de Gallup
que no dice lo que ellos alegan, sino, realmente, todo lo contrario a
lo que ellos tratan de vendernos